¿Pueden utilizarse máquinas de ultrasonido modo B veterinarias en humanos?
Después de que la empresa entregara recientemente un lote de máquinas de ultrasonido modo B veterinarias a un cliente eslovaco, los miembros del equipo notaron una pregunta interesante al revisar las imágenes reales de prueba del producto: dado que este tipo de máquinas de ultrasonido modo B pueden utilizarse en mamíferos como vacas y cerdos, ¿podrían también usarse en humanos? La respuesta es clara: absolutamente no.
Primero, analicemos el alcance de aplicación de los ultrasonidos veterinarios en modo B. De hecho, tienen un rango bastante amplio de aplicaciones y son equipos importantes en la producción ganadera y en la salud animal. En la cría de animales como cerdos, vacas, ovejas y caballos, pueden ayudar con precisión en la gestión reproductiva. Por ejemplo, permiten realizar diagnósticos precoces del embarazo para evitar períodos excesivamente largos sin gestación; identificar claramente embarazos múltiples para ayudar a los criadores a planificar con anticipación sus esquemas de alimentación; y monitorear el desarrollo folicular para determinar con exactitud el momento óptimo de apareamiento, mejorando así la tasa de concepción. En el campo de la mejora de la calidad de la carne, pueden medir el grosor de grasa dorsal y el área del músculo longissimus en ganado y aves, proporcionando soporte de datos para la selección racial y la optimización de fórmulas alimenticias, contribuyendo a producir productos cárnicos de mayor calidad. En cuanto a la prevención y control de enfermedades animales, permiten detectar enfermedades del sistema reproductivo como piometra y quistes ováricos, y también ayudan a diagnosticar lesiones en órganos internos como el hígado y los riñones, protegiendo así la salud animal. Incluso en el cuidado de mascotas como perros y gatos, se utilizan frecuentemente para el monitoreo del embarazo y el diagnóstico de enfermedades.
Sin embargo, aunque los ultrasonidos en modo B para uso veterinario son adecuados para diversos mamíferos, nunca deben utilizarse fuera de su ámbito previsto para exámenes humanos. Existen varias razones clave detrás de esto. Desde una perspectiva técnica, las estructuras fisiológicas y las densidades de los tejidos en humanos y animales difieren significativamente. Los algoritmos de software y los parámetros de medición de los ultrasonidos en modo B para uso veterinario están diseñados para animales específicos. Por ejemplo, la fórmula de cálculo del desarrollo fetal en vacas no es aplicable en absoluto a fetos humanos; la frecuencia ultrasónica utilizada para medir la grasa dorsal en cerdos podría no lograr visualizar con claridad los detalles de los órganos internos humanos durante exámenes en personas. El uso forzado provocará una distorsión grave de los datos, haciendo que estos no puedan servir como base para un juicio médico.
En cuanto al diseño del equipo, las máquinas de ultrasonido modo B para uso humano enfatizan la estabilidad y la imagen de alta precisión. La mayoría son modelos fijos, equipados con sondas e interfaces de operación que cumplen con la ergonomía. En contraste, para adaptarse al entorno complejo de las granjas, las máquinas de ultrasonido modo B veterinarias suelen diseñarse más compactas y portátiles. Sus frecuencias de sonda, profundidades de escaneo y otros parámetros se establecen según las necesidades de los exámenes animales, lo que dificulta que cumplan con los requisitos de precisión de los exámenes humanos.
Más importante aún, existen preocupaciones respecto a la higiene, la seguridad y las regulaciones legales. Los entornos de uso de los ultrasonidos modos B veterinarios, como granjas y hospitales para mascotas, pueden estar contaminados con bacterias y virus propios de animales (como Brucella y el virus de la fiebre aftosa). Estos patógenos representan un riesgo de infección para los seres humanos. Además, los estándares de limpieza y desinfección para equipos veterinarios son completamente diferentes a los de equipos médicos, por lo que los ultrasonidos modos B veterinarios no pueden cumplir con los requisitos de higiene necesarios para el diagnóstico y tratamiento en humanos. Mientras tanto, en la mayoría de los países y regiones del mundo, incluyendo Eslovaquia y China, utilizar equipos no médicos para exámenes médicos en humanos o permitir que personal no calificado opere equipos de diagnóstico médico viola las leyes, regulaciones y normas del sector sanitario. Esto no solo puede conducir a sanciones legales, sino que también podría provocar retrasos en el tratamiento debido a diagnósticos erróneos, causando daños graves a la salud humana.
Por lo tanto, si tiene la necesidad de realizarse chequeos médicos, debe acudir a una institución médica formal y someterse a un examen realizado por médicos profesionales utilizando equipos que cumplan con los estándares médicos. Esto no solo es una responsabilidad hacia su propia salud, sino también un requisito básico para cumplir con las leyes y regulaciones. En ningún caso debe intentar utilizar equipos veterinarios para exámenes humanos por curiosidad o por conveniencia.

